
El intendente de La Plata, Julio Alak, y el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, supervisaron los avances de la nueva planta potabilizadora que se construye en Ensenada y que promete transformar el acceso al agua potable para La Plata, Berisso y Ensenada.
Con un 19% de ejecución, la obra permitirá incrementar en un 80% el volumen de producción y distribución del recurso, beneficiando a más de 855 mil personas. La planta trabajará en conjunto con la actual “Ingeniero Donato Gerardi” de ABSA, que hoy funciona al límite de su capacidad operativa.
“Esta es una obra clave para el presente y el futuro de la región”, destacó Alak durante la recorrida, en la que también participaron los intendentes Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso), además del secretario de Planeamiento y Obras Públicas de La Plata, Sergio Resa.
Katopodis, por su parte, remarcó que se trata de una obra estructural “de las más grandes de la provincia”, con una inversión de más de $147.000 millones financiada por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF). “Va a garantizar agua potable a más de un millón de vecinos”, afirmó.
La planta ocupará 29.500 metros cuadrados y contará con obras complementarias fundamentales, como una toma de agua cruda desde el Río de la Plata, una estación de bombeo con capacidad de 36 mil metros cúbicos por hora, y un acueducto de 5,4 kilómetros para distribuir el agua tratada.
Una vez finalizada, la planta será operada por Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) y se integrará al Plan Hídrico del Gran La Plata, que incluye además el Acueducto Punta Lara, el Acueducto Parque San Martín, la Rehabilitación del Acueducto Norte y el recambio de cañerías de la red platense.
Se espera que la iniciativa beneficie directamente a 1.150.000 habitantes de toda la región capital, mejorando no sólo el acceso, sino también la calidad y sustentabilidad del agua potable en el mediano y largo plazo.